Historias de terror en la justicia de la Ciudad de México

Francisco Áureo Acevedo Castro

Licenciado en Derecho. Especialista en materia Penal. Miembro de NITA (National Institute for Trial Advocacy). Conferencista en diferentes foros.

Imagina que se cierran las salas de una Unidad de Gestión, o se apaga la luz, o se avisa de una bomba o no te deja entrar el sindicato para que no se lleve una audiencia o bien no puedas entrar como defensor a una audiencia.

No estoy inventando historias, eso ocurre en una tierra no muy lejana, ¿cuánto cuesten esas argucias? no tengo idea, pero si se dan ¿en qué tipo de asuntos? omito las partes y los despachos por razones de protección de datos personales, pero lo viví, y a esto súmale que el Juez que preside, en todo te dice que no es el momento, que no procede, te deja como defensa la carga de la prueba, permite que el asesor jurídico dirija la audiencia, le permite suplir a la representación social, etc., todo lo que el asesor ofrece se acepta, como si pudiera ofrecer pruebas en la audiencia inicial.

Ah, pero antes de todo eso, el ingreso a la sala de audiencia es un triunfo después de que libres a la policía procesal que te niega el acceso, y casi los evades o huyes para correr a tu audiencia, cuando entras en la sala de audiencias ahora te toca tratar con la auxiliar de sala, que sí permite a todos los asesores que quieran sentarse para participar en la audiencia pero no así a la defensa, además quiere organizar cual Juez y antes de que inicie la audiencia, el orden de la misma, le pide que todo lo haga el Juez, que de hecho todo lo que te quieran decir sea en audiencia y grabado para que quede registro, ante ello, la policía procesal, cual perro rabioso se te pone al lado para golpearte o sacarte de la sala ante la primer señal de la auxiliar de sala.

¿Crees que es una mala película?, no, si pasó y está grabado todo, algún día saldrá a la luz.

Y ya en audiencia, el Juez no da respuesta a ninguna de tus peticiones, solo escucha y dice que no es el momento, prefieres duplicar para dar respuesta a la vinculación de forma perfecta y puntual, aún a sabiendas de que te vincularán y que a todo te dirán que no, que inventarán hechos facticos que no se dijeron de parte de la fiscalía ni de asesor, quien por cierto dirige la audiencia.

En el cansancio y hartazgo de la forma de llevar la audiencia si sale de tu boca una reclamación y exigencia y te sacan de la sala.

En el siguiente artículo les contaré de que y en que sigue esta historia de terror en alguna ciudad como la Ciudad de México.

Por cierto, también contaré que se presentaron amparos, pero esa, esa, es otra historia.